lunes, 17 de octubre de 2016

Accidentada llegada a Rodas


Quienes me conocen saben que si hay un medio de transporte que detesto es el marítimo. Odio los barcos, no me gustan, mi cuerpo no los puede resistir!! Enterarme con el viaje comprado que tenía un tramo largo en ferry, con camarote incluido no fue agradable, pero después de todo, éste sería mi largamente proyectado viaje a Grecia y todo estaba permitido para cumplir mi sueño.
El ferry partiría desde Santorini a las 0:50, lo que ya era un fastidio considerando que tendría que estar haciendo huevo hasta las 23:30, hora en que el transfer pasaría por mí en el hotel.
Subí  fotos a Facebook, chateé con algunas amigas y a las 23 bajé solita mis dos pesadas valijas por escaleras (cómo gustan de los escalones los griegos!!!) para llegar a un lobby vacío y sin gente a la vista.
Evidentemente no tenían atención nocturna, ya que el lobby directamente estaba cerrado con llave, sin timbre ni campanilla alguna para llamar al encargado; así que dejé mi llave en una mesita que encontré y, a falta de lugar donde sentarme salí a esperar en el jardincito delantero, donde pude depositarme en un sillón húmedo por el rocío de la noche, mientras me congelaba a la intemperie media hora más.
Debo confesar que no sé cómo llegué con vida al puerto, en esa oscuridad tan negra y a la velocidad que íbamos en medio de una ruta peligrosa, plagada de curvas cerradas, que –como si  nada- la chofer tomaba por el medio!!!!
Por suerte me reencontré con un matrimonio australiano al que había conocido en Mykonos y juntos nos sentamos a conversar mientras tomábamos un café. La espera fue realmente larga y finalmente llegó el ferry con una hora de atraso!!!!
Hecha una bolsa de nervios tomé mi Dramamine antes del embarco.
El viaje fue un pequeño infierno, mi cabeza daba vueltas y no pude dormir más que una escasa horita entre las 6:30 y las 7:30, después de vestirme completa por pensar que habíamos llegado y sólo se trataba de una parada intermedia.
Maldormida y de muy mal humor, con la cabeza agitándose al ritmo de las olas, llegué a Rodas.
Mi primera impresión fue mala, como me había ocurrido con las otras islas griegas antes de recorrerlas.
Mi  chofer estaba paradito portando mi nombre en un cartelito, pero no apareció asistente alguna para brindarme información. Y era absurdo pedir información al pobre hombre, que ni siquiera sabía decir hola en inglés.
La primera impresión del hotel fue grata. Lo había visto previamente por internet y me había parecido una cueva, pero la habitación era amplia y confortable, con un enorme ventanal y un balcón que daban a una hermosa piscina.
Pensé que la asistente me esperaría en el hotel, pero tampoco estaba ni había dejado mensaje alguno para mí.
Busqué entre mis papeles el teléfono de la agencia para enviar un whatsapp. Entonces fue advertida de que no había wi fi libre en las habitaciones, sólo en el lobby. De paso, también me informaron que las habitaciones no tenían caja de seguridad; que si quería depositar mis valores debería pagar un extra y hacerlo en concerjería!!!!!
Bajé e inútilmente traté de conectarme. La red era abierta pero luego pedía una autenticación que mi  celular no permitía hacer. Entre dos empleadas intentaron ayudarme y no lograron nada, recomendando que regresara a las 15 cuando entraría en su turno un empleado más tecnológico.
Mi humor comenzaba a agriarse.
Entonces decidí tomar una siesta. Después de todo no había dormido en toda la noche.
El sol ya pegaba en mi ventana y el calor era agobiante. Intenté encender el aire acondicionado sin lograrlo. Como justo estaban en el pasillo las mucamas, llamé a una y le indiqué mi problema. Sólo me dijo de mal talante que llamara a recepción.
Como el control remoto del televisor tampoco funcionaba, llamé por las dos cosas. Alegremente me informaron que el aire acondicionado central no funcionaba y que tratarían de conseguirme un ventilador.
¿Ustedes lo vieron? Porque yo no!!!!
Tanto toquetear logré al fin encender el televisor. Todos canales en griego. Unos 7 en total. Seis se veían mal y uno se veía peor.
Muuuuuy caliente, bajé nuevamente a recepción, pedí un mapa de la ciudad y decidí caminar buscando un restaurante con wi fi libre y algo de agua mineral (ah, porque aquí el agua no es potable)
En el camino, traté de cruzar una calle teniendo el semáforo de peatones en verde, cuando una camioneta que ya estaba estacionada sobre la senda peatonal arrancó de repente y alcancé a frenarla de un grito y un manotazo.
Me puteó en griego. No hubo forma de hacerle entender que el hombrecito seguía en verde habilitándome a cruzar y terminé puteándolo en argentino.
Después me consoló ver que, al igual que los italianos, todos se puteaban en las calles, entre conductores, conductores y peatones, peatones entre ellos.
Llegué a un restaurante italiano y entré. Eran las 12 del mediodía. Tenían wi fi libre y se solucionarían todos mis problemas: mi hambre, mi incomunicación y el contacto con los imbéciles de la agencia griega.
Pero nada más distante de la realidad. Iba a sentarme en una mesa cuando un tipo de mal modo (parece ser una característica de los nativos de aquí) me dijo que aún no estaban listos. ¿Las 12 y no estaban listos para el almuerzo?
Seguí caminando y entré a otro restaurante. También alegremente me informaron que abrían a la 1. Aclaro que todo esto a puertas abiertas y con el menú en un atril en la entrada. Si no están atendiendo, ¿por qué no cierran las putas puertas???
Con mi estado “olla presión en ebullición” entré a un supermercado y compré agua y algunas galletitas. La cajera fue la primera persona amable que encontré. Tal es así que me dieron ganas de abrazarla y llorar de la emoción!!
Volví con mi compra al hotel, para pedir las toallas de piscina en recepción y al menos refrescarme en la pileta (ya que acá nunca son climatizadas) y allí me informan que no entregaban toallas… a secarse al sol!!
No sé si primeras impresiones son las que cuentan o no, pero hoy es un día tan negro que no voy a intentar siquiera poner nuevamente un pie en la calle hasta mañana.
Esperaré al genio de la computación y tal vez use la piscina… no sé si será conveniente hacerlo precisamente hoy!!!

¿Martes 13?... no, lunes 17.

4 comentarios:

  1. Espero que a esta hora (recién tengo tiempo de leer esta seguidilla de desgracias) haya pasado todo, que tengas una buena cena, mejores sueños y mañana ya te parezca que fue una pesadilla.

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    1. Ya todo pasó y te puedo asegurar que Rodas es de las cosas más lindas que vi en este viaje.
      Como dije en algún comentario en Facebook, yo soy así: necesito hacer catarsis y después pasa enseguida.
      Tengo mil y una anécdotas de situaciones en Rodas, pero quedarán para otro post.
      Besos!!

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  2. Ya estás comenzando un nuevo día, con muchas cosas lindas por descubrir!!! Qué nada ni nadie, empañe el sueño que estás cumpliendo!!! Espero que el agua helada de la piscina no te haya resfriado! Y seguí descargando tus tensiones. Eso hace bien! Cariños

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    1. Definitivamente vinieron nuevos días y muy buenos!! No permito que nadie me arruine un viaje, sólo yo puedo hacerlo jajaja
      Las explosiones son buenas. No hay que guardar m...
      Besos!!!

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